La actual crisis de racionamiento de agua en Bogotá, la capital de Colombia, ha suscitado cuestionamientos significativos respecto a los modelos de gestión y planificación que se están llevando a cabo en la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) . 

En el informe de gestión de la EAAB del año 2022 reportan una cifra alarmante de 38.48% de agua no contabilizada, cuyo mayor porcentaje es de pérdidas físicas. Este hecho destaca la necesidad de una planeación estratégica efectiva y eficaz en los programas de recuperación de pérdidas de agua, que son responsabilidad de la empresa.

Dichas pérdidas son todas las que se presentan desde las plantas de tratamiento, las conducciones, los tanques de almacenamiento y las redes de distribución, además de las deficiencias en la macro y micro medición y los fraudes. 

Estos problemas reflejan una falta de planeación estratégica efectiva, la cual ha repercutido en los usuarios, quienes sufren el racionamiento de agua.

En cálculos estimativos, si Bogotá hubiese implementado desde hace más de una década un plan efectivo para reducir estos porcentajes de pérdidas físicas entre 7 % a 8 %, los habitantes no tendrían que padecer los actuales problemas de racionamiento. 

En otras palabras, la falta de planeación de la EAAB ha transferido a los usuarios la ineficiencia de un sistema que debería garantizar servicios sin interrupciones a todos los usuarios.

Lo anterior puede verificarse con el caso del Acueducto Metropolitano de Bucaramanga, que puede mostrarnos una historia algo diferente. En los años 80, las pérdidas de agua estaban en un 33 % a 35 %,  y en la actualidad están aproximadamente en 25 % (siendo una de las menores del país). 

Es decir, casi un 10 % de recuperación de pérdidas basado en programas efectivos que se han llevado a cabo en los últimos 35 años, lo cual permitió aplazar inversiones importantes, demostrando que es posible recuperar agua con acciones técnicas efectivas de medición, control y mantenimientos adecuados.

Este panorama nos lleva a un llamado urgente a todas las empresas de acueducto y alcantarillado del país. Es esencial implementar planes de gestión efectivos que permitan una recuperación de pérdidas. Es la planeación estratégica la que asegura un uso y manejo adecuado de nuestros recursos de agua, promoviendo al mismo tiempo la eficiencia y la sostenibilidad.

En conclusión, un plan de gestión efectivo puede transformar una crisis en una victoria. De hecho, una planificación cuidadosa y estratégica puede no solo mejorar la eficiencia hídrica, sino también asegurar la disponibilidad sostenible de agua para las futuras generaciones.

Por Mario H. Torres Macías
Director de Proyectos de Consultoría y Construcción