El crecimiento de una empresa se encuentra íntimamente ligado a las inversiones que hagamos en ella, gran parte del éxito o el fracaso de los emprendimientos suelen corresponder a la calidad de las inversiones ejecutadas para su correcto desarrollo, esto es, a las fuentes y seguimientos de las mismas. Cuando hablamos de fuentes de inversión, debemos recordar que, no siempre ésta será la de nuestro propio bolsillo o el de nuestros socios, es necesario considerar otras alternativas, tales como emisión de Bonos, acciones a inversionistas o préstamos bancarios. A esto último, conocemos como “apalancamiento con bancos”. Para ello, existen tres elementos clave a considerar para hacerlo de forma adecuada.
Primero, el propósito de los fondos solicitados. Este propósito debe ser uno solo, invertir en el crecimiento de la compañía, esto es, inversiones que permitan generar nuevos rendimientos. El error a evitar a toda costa en este punto es descartar cualquier posibilidad de destinar los fondos solicitados en actividades que no agreguen valor, tales como lujos dentro de la compañía o lo que sería peor, gastos personales o familiares.
Segundo, claridad del costo de una inversión. No debemos tener miedo en obtener créditos con el sector bancario, dado que, generalmente, el dinero de los bancos o de terceros es más económico que el de los socios, ¿por qué?, sencillo, normalmente esperamos que el dinero de nuestro patrimonio sea retribuido con un valor más alto a lo que podrían ser las cuotas que podemos estar pagando a un banco, de allí que resultará más factible trabajar con los recursos de entidades bancarias que con nuestros propios recursos.
Finalmente, como tercer aspecto, pleno conocimiento de las tasas a las cuales estamos tomando productos crediticios. Asegúrate que cada préstamo que realizas para tu empresa tenga tasas comparativamente bajas, es decir, que a la fecha en que realizas la solicitud, conoces las tasas del mercado en referencia con diferentes entidades y adicionalmente, negocia las mismas a tu favor. ¿Cómo logramos esto?, con una hoja de vida crediticia de alto nivel, esto es, tener un muy buen comportamiento crediticio, cancelando los compromisos a tiempo y si es posible, antes del tiempo pactado.
¿Alguna vez has realizado solicitudes de préstamo bancario?, ¿con qué propósito?, ¿te aseguras de gestionar todas las variables a tu favor?, estas y otras inquietudes de orden financiero son propias del quehacer empresarial que necesariamente debemos atender, ¡el apalancamiento financiero puede resultar un arma muy poderosa al momento de tomar acción sobre nuestras decisiones y marcar la diferencia!