Actualmente, la mayoría de servicios tecnológicos que utilizamos en nuestra vida cotidiana funcionan en línea, como cuando revisas tu correo electrónico, cuando escuchas música, cuando editas un documento e incluso cuando accedes a tu información personal como fotos y documentos, todo esto está soportado por sistemas conocidos como la nube.

El cloud computing o computación en la nube es ese proceso en el cual los recursos informáticos como la CPU y el almacenamiento son ofrecidos como servicios de red, lo que significa que no tienes que tener acceso a un lugar físico y puedes acceder en cualquier lugar del mundo y en cualquier momento a los distintos servicios informáticos a través de Internet.

Al día de hoy, la computación en la nube se ha ido convirtiendo en algo esencial en las compañías, que requieren de una infraestructura sostenible y confiable en la cual almacenar y proteger sus datos de manera segura y privada. La eficiencia y bajo costo de los actuales sistemas de computación en la nube los vuelve en un must-have para los negocios que quieran dar el salto a la revolución digital o que quieran afianzarse en esta estrategia. 

Pero, ¿cómo estamos seguros de que nuestra organización se beneficiará de tener una infraestructura en la nube? Muchas organizaciones aún no conocen a profundidad los nuevos modelos e innovaciones que diariamente están siendo implementados por las grandes compañías en esta área como Microsoft, Google y Amazon. Algunas de las necesidades que cubre una infraestructura en la nube son:

  • Almacenamiento, respaldo y recuperación de datos.
  • Servicios de hosting de sitios web.
  • Compartir documentos, fotos, audios y video.
  • Desarrollo de Aplicaciones y otros servicios.
  • Desarrollo y administración de Software.
  • Análisis de datos y crear modelos o patrones de predicciones en los negocios.
  • Implementación de algoritmos e inteligencia artificial en los modelos de negocio.

Adicional a esto, podemos enumerar algunas de las principales ventajas que traería migrar a una infraestructura en la nube:

  • La reducción de costos en infraestructura, al pagar por un servicio en línea, en lugar de compras de hardwares y softwares, instalación y mantenimiento.
  • Se elimina la necesidad de un espacio físico, dado que todos los servidores se encuentran en las instalaciones del proveedor de la nube.
  • La centralización de la información, dado que toda la información se concentraría en un único sistema, permitiendo un acceso y una autenticación unificada.
  • El trabajo remoto, puesto que todos podrían acceder a los datos a través de cualquier dispositivo con conexión a Internet.
  • La seguridad de la información, la posibilidad de backups y el soporte ofrecido por los proveedores de la infraestructura en nube.

Aún así, se recomienda comenzar la evolución hacia una infraestructura en la nube como un ambiente de experimentación y pruebas; existe una gran cantidad de servicios ofrecidos por compañías de renombre como Amazon Web Services (AWS), Azure, Google Cloud y el servicio en la nube de IBM. Comienza analizando el mercado, investigando qué servicios le servirían a tu negocio y cuál es la mejor opción para esta, observa el desempeño de tu negocio utilizando estas herramientas y ve migrando poco a poco a la nube. 

Pregúntate si tu negocio necesita un mayor control de sus recursos de TI, tener una mayor flexibilidad para cumplir con los requisitos comerciales dinámicos y mejorar el soporte para clientes y trabajadores remotos. ¡Y no le tengas miedo a avanzar! Con un plan bien definido y un objetivo claro podrás lograr que tu empresa de el salto necesario para hacer parte de la nueva revolución digital.

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